EL NIÑO EN EL PESEBRE

Ya se siente la algarabía,
ha llegado la navidad
se celebra con gran valía
el día de Jesús y la natividad.

Es un día muy hermoso
las gentes cantan villancicos
donde el mundo, muy gozoso
reúne a pobres y ricos.

En este tan bello día
hoy le quiero dedicar
al mundo las melodías
y la guerra poder erradicar.

Que entre todos reine el amor
y en cada ser haya  armonía
que todos vivamos sin temor
incluyendo a la patria mía.

Erradicar de la faz de la tierra
para que haya paz entre hermanos
todo lo que se llame guerra
para así vivir como humanos.

Cambiar fusiles por el amor
y los tanques de guerra por flores
y al mundo sin ningún temor
asignarles sus innegables valores.

Que no haya armas de guerra
ni ojivas ni bombas para matar
que todo ser humano en la tierra
cante y baile en vez de atacar.

Y las balas que siembran terror
en cada uno de nuestros países,
se sustituyan por un gran amor
donde el mundo vuelva a sus raíces.

Que no haya odios ni rencores
sino, amor y gran hermandad
que todos nos regalemos flores
en vez de niños en orfandad.

Tratar de erradicar el hambre
en todos los rincones de la tierra
y darle al niño su lindo nombre
que hacia el futuro y la paz se aferra.

¡Qué hermosa fuera la navidad!
Si todo marchara en armonía
el ser humano viviría en verdad
con el mundo exterior en sintonía.

Con estos versos me despido
viendo al niño Jesús en el pesebre
alegre y muy complacido
de que naciera un veinticuatro de diciembre.