FALSO SONETO-11

Cuando el silencio llegue a tu puerta
y de la nada surjan tristes recuerdos,
y los pasos de tu corazón sean lerdos;
seré aquel refugio con el alma abierta.

No habrá razón, trayecto ni ausencia
que haga olvidar el amor que siento,
pues ésta pasión que llevo por dentro
solo reclama de ti, la dulce presencia.

Y así, se formó aquel inmenso vacío,
sin espacios, revocado y displicente
sumido en el lóbrego y vano silencio.

Espero que mi amor sobreviva para ti
junto al calor que llevas muy adentro,
para que nunca muera la llama en mí.

DULCE TRAVESÍA

De tanto andar y andar
en este mundo bravío,
me he propuesto el desafío
de encontrar las olas de mi río.

Navegar hasta tus sueños
y que no existan pesadillas,
solamente aquellos destellos
de tus ojos cuando me miras.

Encontrar entre tu amor eterno
la belleza inicua que hay en tu alma,
el silencio y la cruel nostalgia
que apena tu sino en noche larga.

Tirar los naipes en jugada certera
y que el azar haga de mi la noche,
glamorosa, tierna, dulce y placentera
para cubrir un amor en derroche.

Y disfrutar de tu amor eterno,
de aquel encanto que tú guardas
en ese corazón hermoso y tierno
cuyos sentimientos en mi ahondas.

Y que en mi larga y dulce travesía
tus besos sean la fiel recompensa,
de aquel amor que días tras días,
tan solo en ti vive, sueña y piensa.

FALSO SONETO-10

Se fué formando el silencio
entre el recuerdo y la sombra
de un amor que aun te nombra
en medio de aquel malefício.

La distancia iba ganando altura
y a lo lejos, de el triste presagio,
nada existía, ni siquiera un milagro
donde se expresara la noble dulzura.

Cansados de tan larga espera
aquel amor se plegó al destino,
a lo incierto, a lo banal, a la nada.

De nada sirvió el amor prodigado,
el vacío se fué llenando del dolor
de aquello que se volvió pasado.