cuando mis ojos buscan de él;
causándole a mi alma un dolor
por no tener conmigo su querer.
Lo busco como la luna a la noche,
como la luz detrás de la oscuridad,
con todo un amor vuelto derroche
que hoy solo vive en gran orfandad.
Hoy sé que deambulo en mi pena
porque lo busco y no lo encuentro,
y en silencio purgo esta condena
que va minando mi alma por dentro.
Me voy perdiendo en los recuerdos
de aquel amor que otrora fué mío.
Y mis pasos se van volviendo lerdos,
cuando más me aproximo al vacío.
Cuanta pena va sintiendo mi alma
sabiendo que tu amor se ha perdido
y en mis sueños mi voz solo clama
que mi amor en tí, jamás sea olvido.
¿Aun no sé dónde estará el amor?
¡será talvez, que para mi no existe¡,
pues no niego, que cargo éste dolor,
más allá, de la razón que me diste.
