CUANDO LA CONOCÍ

Cuando la conocí
en el balcón aquel
mis besos, yo le dí
y fué todo un tropel.

Fueron sus lindos ojos
con los que me encontré
y entre claveles rojos
toda mi vida le entregué.

De amor, yo me embriagué
con loca pasión y frenecí
en el dulce balcón aquel
todos mis besos le ofrecí.

Fué muy tierna la emoción
que en mi cuerpo sentí
pues, una nueva pasión
ha vuelto a renacer en mí.

Con ella, yo aprendí
que aún existía el amor
y a mi alma le extendí
otro momento de explendor.

Hoy mi boca llena de emoción
besa sus labios de carmecí
y vivo con locura esta pasión
desde aquel día en que la conocí.

AHORA...

Ahora...
cuando la brisa acaricia el recuerdo
y tu mirada se pierde en la distancia
es la ocasión de decirte, cómo te amé.

Ahora...
que el silencio acompaña mi soledad
y paso a paso se acerca la nostalgia
me resigno al saber que hoy te perdí.

Ahora...
cuando el adios surcó nuestro camino
y las golondrinas presagian lluvia
en mis ojos angustiados y tristes.

Ahora...
cuando entre la dulce risa y el llanto
recuerdo tu inquieta mirada absorta
disfrutando de mis acalorados besos.

Ahora...
cuando la carne se hace inminente
y mis ganas se tornan amas del deseo
sigo recordando aquel dulce amor.

Ahora...
cuando la noche fría y serena llega
ahora es, cuando más falta le haces
a éste loco y triste corazón enamorado.

LO QUE MÁS AMÉ

Te posas en mis recuerdos
como pica flor en el rosal
libando de la flor su nectar
y la miel de aveja de su panal.

De ti, acaricié la tierna brisa
que hoy a mi trae los recuerdos
de aquel amor, que se eterniza
y dentro de mi alma se hace lerdo.

Lo cierto es, que estoy perdido
entre la luz y la triste sombra
y aún, me siento confundido
cuando mi voz, a ti te nombra.

Fueron tantas las promesas
que olvidarte, aún no he podido
y aquel amor con sus ternezas
todavía en mi alma tiene su nido.

Metida estás en mis entrañas
como hiedra pegada al roble
mas siento, si no me engañas
que tu amor podría ser noble.

Por siempre serás mi sino
el amor que en mis brazos soñé
presagiando que en mi camino
eras la reina que yo más amé.

ME QUEDÉ SIN TENERLA

Ella fué mi proyecto de vida
la busqué en cada rincón del mundo
en cada espacio del tiempo
y en los escondríjos del desierto.

Fué una dificil y ardua tarea
necesitaba saber de su existencia
mis pasos dirigidos hacia la nada
eran la duda del silencio y la palabra.

Ella, oculta entre las sombras
era el suspiro de un amor supeditado
fué el crepúsculo que se quebró
en medio de aquella agitada noche.

Simplemente fué, solo un instante
mis ojos al mirarla se quebraron
y ya, nada en mi era tan importante
como vivir para quererla sin tenerla.

Mientras su amor a mi alma llegaba
yo recorría su cuerpo muy deprisa
y me detuve en medio de la travesía
a acariciarla con mi mirada indecisa.

Y así, en medio de su tierna belleza
con mis ojos hurgandola en desafío
me imagine acariciarla con destreza
pero, me quedé sin tenerla en el estío.

DÉJAME

Déjame beber de tu boca
la dulce gota de amor, que cae
con mi lengua sedienta de tí.
Y que la mañana te despierte
con el trino de aquel ruiseñor,
libando cada poro de tu cuerpo.

Déjame beberlo gota a gota
hasta saciar la sed de mi alma
cuando tu amor al cielo invoca.

Déjame ver en el lindo cristal
de la dulce mirada de tus ojos
y en ellos descifrarte los antojos,
de un amor que se desgarra
detrás de tus labios ardientes
y así, calmar la sed de los míos.

Déjame tocar el rizo de tu pelo
y acariciarlo como si fuera la brisa
escurridiza entre tus crines.

Déja que sea yo,
quien de tus labios arranque
lo hermoso que hay en ellos.
Y entregarte en cada beso
aquel amor que tanto anhelas
envuelto en el dulce deseo de amar.

Déja...., déja que sea yo,
con el amor tierno y sincero
quien te ame, como Dios manda.