LA MARCHA NUPCIAL

Cuando suenen las campanas
anunciando... Que habrá boda
me  recordará, las  mañanas
en que tú, te  entregabas toda.

Será un día de gran tristeza
y de una agobiante nostalgia
pues, recordaré aquella belleza
que hoy,  mi agonía presagia.

Y  vas, caminando hacia el altar
preparándote para entregar
la dulce pureza, que al amar
se va entregando sin pesar.

Dirán que estás enamorada
que en tu alma, no hay temor
pero sé, que no sientes nada
que aún, lloras por mi amor.

Y sé,  que con Él te casarás
para hacer reverencia eclesial
y el tañir de las campanas oirás
anunciando, la marcha nupcial.

Te entregarás a sus brazos
y Él, vendrá radiante de amor
creyendo que tus abrazos
serían para Él, como un primor.

Te casarás aún, sin quererlo
y sufrirás  un gran desamor
y te juro que, sin proponerlo
te causarás dolores de amor.

Y tristes nupcias contraerás
aún, sabiendo que no le amas
y frías  lágrimas derramarás
al recordar mi amor en la cama.