que fuimos, amor de grandes sueños
que te entregaste en la llanura
de aquel fulgor de los ensueños.
¡ Cómo soslayo aquel amor !
o la mirada furtiva de tus ojos
en aquellaq vorágine de pasión
donde tu cuerpo y el mío, fueron dos.
Cuando de aquel amor, sedienta
en mi boca buscabas los besos
y yo, ráudo, apresurado y trémulo
saciaba tus deseos de amores ilusos.
No puedes negar que me amaste
que la razón, de tu alma se esfumó
porque los besos que en mí buscaste
entre mis brazos tu boca encontró.
Tu cuerpo en el mío se posó
y ambos al amor nos entregamos
donde el cariño y el mimo rebosó
aquel calor cuando nos amamos.
Este amor brilló minuto a minuto
sus besos y los mios eran para dar
y aunque hoy los dos estamos de luto
todo este amor, no lo puedes negar.
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