de una noche de mucha pasión
estas almas lograron azañas
y aquel amor fué toda emosión.
Nos amamos con gran locura
le hicimos honor al rey cupido
aquella entrega fué toda ternura
amandonos en el mismo nido.
Ella se convirtió en mi luna
y yo, su planeta alumbrado
formando eclipses de alma
en este cosmos de enamorados.
Fué una noche de puro amor
sus besos colmaron mis deseos
y yo, amandola con tal fervor
mi vida le dí sin devaneos.
Entregamos el cuerpo y el alma
amandonos muy apresurados
perdiendo en el fragor la calma
en nuestra lucha de enamorados.
Esta mujer quedó en mi vida
como lo más hermoso y profundo
ganandome ella, la partida
y hoy su amor es todo mi mundo.
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