cuando tu ojos y los míos
abruptamente se miraron
y a partir de ese momento
sus miradas se consentían.
Fué un impacto inesperado,
la presencia de tu cuerpo
y he quedado obnubilado
al ver en ti, tal monumento
¡Quién pudiera estar contigo!
y pasar la vida entera,
junto a una mujer tan linda
con sus veinte primaveras.
¡Qué cuerpo y qué dulzura!
¡qué cadencia, qué hermosura!
Y esos ojos, y esa linda boca
y ese cuerpo de guitarra
que deseos en mi provocan.
No pensé que enamorarse
en mí sucedería de nuevo,
pero es cupido el responsable
del amor, que por dentro llevo.
Si , así fue , como les cuento:
ella caminaba y yo venía
y el contorno de su cuerpo
con ese zigzagueante caminar
me invitó a penetrar en ella.
Si, si, lo repito de nuevo
es cupido el responsable
de que otra vez me enamore.
Y que reciba aquel flechazo,
justo en el centro del corazón.
exquisito sin desperdicio
ReplyDeleteQue hermoso como describes esas sensaciones y emociones que produce lo que sorprende e impacta por su belleza. Gracias Poeta .Me encanta tu Obra.
ReplyDelete