Tus dulces labios azules
turbulencia de aguas embravecidas de mi mar,
cielo poblado entre gaviotas y trinos
de hermosas golondrinas que anuncian,
el vendaval de las pasiones entre tu amor y el mío.
Surcando los mares de tus besos encarnecidos,
preludio del fuego que quemará mis entrañas;
en medio de un lindo y bello mar azul,
donde tu amor se convierte en el súcubo,
que navegará en las aguas bravías,
de aquel mar y su cielo azul.
Eres mi gran presea parafernalia, solemne y pura
alejada de lo tríptico y lo apócrifo,
donde no existe lo sucedáneo ni escisiones,
sino un gran amor sin displicencia
donde la praxis sea el paradigma,
de aquel sentir primigenio y fiel
y lo esotérico, no actue en existencia.
Tu amor vive y cohabita en mi alma
con la fiel aquiescencia de mi querer sinóptico,
en la vorágine del deseo pulquérrimo
de amarte con mis ganas a ultranza,
donde tu amor y mi amor sean la génesis,
de dos seres existenciales con alma azul.
Y que se desviven por amarse y adorarse,
para vivir placenteramente su SUEÑO AZUL.
El amor es uno de los más preciados obsequios de la existencia. Y el amor anhelado es el tesoro más anhelado en la existencia humana. Coincidir en estos dos aspectos es un paraíso.
ReplyDeleteTus letras así lo expresan exquisitamente.
Gracias Poeta. Un gusto leerte.