ESTROFAS PARA MATÍAS

Más que orgullo, es un gran honor
lisonjear su nombre en mi memoria,
por su astucia, su temple y su valor
para cambiar el curso de la historia.

Gran libertario, de valor encomiable,
unido en filantropías ligadas al arte
fué creando en su lar lo irrefutable,
para lograr las formas de su baluarte.

Fué de la guerra un gran estratega,
al invasor de su patria supo enfrentar
mientras de su alma hacía la entrega
para liberar a su tierra de aquel fangar.

Miembro prominente de la trinitaria,
sociedad secreta de ideario liberal;
a través de la cual, la idea libertaria
se consumaría de la manera formal.

Fué tan grande como aquellos ilustres:
Don Francisco del Rosario Sánchez
y el grande Don Juan Pablo Duarte
cuyas ideas de libertad fueron su arte.

Hoy recordamos aquel acto del conde,
allí se procedió de golpe y porrazo
a demostrarle al invasor por donde
se iniciaría lo glorioso del trabucazo.

De gloria se vistió la dulce conjura
y proclamóse la anhelada independencia,
la que contra todo presagio perdura
en medio de aquella noble aquiescencia.

Por siempre la gracias al prócer le damos,
por defender con tesón a sus hermanos,
por sus grandes hazañas, y legarnos,
aquel gentilicio de ser dominicanos.

Siempre se puede cuando hay valor
y el sentimiento por la patria emana,
cuando se lucha con valentía y furor
y gritar:¡ Soy República Dominicana !.