Hoy me atrevería a esperarte
en medio de la cruel hoguera
para que este mortal se queme
si dueño de tu amor no fuera.
Y me convertiría en cenizas
igual que un cigarrillo a cabo
si este amor no se eterniza
sin pensar en el menoscabo.
Seré un ruiseñor sin su nido
trinando versos en duro frío
y en la oscuridad dormido
titiritando del vil escalofrío.
Solo espero que te decidas
a guiarme por el camino cierto
y verás que a mi corazón anidas
en medio de este sino incierto.
No olvides que estoy aquí
esperando por tu regreso
para que puedas saborear en mi
el nectar de todos mis besos.
Y Yo, seguiré en mi hoguera
con este amor que mi alma quema
esperando que un día me quieras
y convertirte en mi gran diadema.
Muy bello poema.
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