BESOS DE MIEL

A veces trato de olvidar
pero se me hace imposible
aquellos besos, soslayar
tan ardientes y admisibles.

Es el néctar de tu boca,
el que en mi deseos provoca
y me incita a desearte,
de una manera loca.

He zarpado de otros puertos
y navegado en otros mares
detrás de aquellos besos
que  me dabas  a  raudales.

Te juro que no he encontrado
en cada puerto navegado
nada que pueda saciar
aquel amor en ti cifrado.

Son tan dulces tus encantos

que mi piel en ti se enjuga
saboreando aquellos besos
cada noche a la luz de la luna.

Me acostumbro a no tenerte
pero no a perder tus besos
y siento ganas de abrazarte
aunque no me pidas eso.

Y por último quisiera,

estar dentro de tu piel
y conjugar el verbo amar,
con tus besos, que saben a miel.