en medio de la cruel vorágine
y mis gemidos de placer se escapan
añoro la muerte que un día imaginé.
Hoy sé que al amarte, como te amo
te entrego mi alma y todo mi ser
y te juro que ni al mundo le temo
por lo que conmigo quieras hacer.
Yo te entrego mi alma entera
buscando que tus besos sean míos
y tú oronda y muy placentera
sabes que me atrapan tus desafíos.
Sé que estoy en un laberinto
que me atrapan tus caricias
que mi amor está casi extinto
embriagado con tus delicias.
Eres solicita en mi corazón
pues, tu amor lo quiero junto a mí
para que enciendas la pasión
que toda mi alma siente por tí.
Ya me acostumbré a quererte
aún, mi alma se sienta presa
y como no quiero perderte
prometo amarte con gran terneza.
No me importan las cadenas
hoy solo quiero entregarte una flor
como premio a las mil condenas
convertidas en monologo de amor.
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